Las personas con discapacidad intelectual reclaman más oportunidades educativas para acceder al empleo
- En España hay 180.200 personas con discapacidad intelectual en edad activa siendo su tasa de paro del 44,7%.
- La Asociación Achalay ha presentado el Proyecto LICEO, una iniciativa para ofrecer más alternativas educativas en la etapa postobligatoria para las personas con discapacidad intelectual, incrementando así su empleabilidad.
- Según David Tanarro, coordinador del Proyecto Liceo, “en Achalay creemos que el ciclo de exclusión educativa se debe romper donde se inicia, es decir, generando oportunidades postobligatorias de calidad que les permita, como a cualquier joven de su edad, elegir qué quieren estudiar”.
- La Asociación Achalay junto a familias que tienen hijos con discapacidad intelectual denuncian la falta de oportunidades y promueven un cambio de tendencia y modelo de inclusión educativa.
Según el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (ODISMET), en España hay 180.200 personas con discapacidad intelectual en edad activa siendo su tasa de paro del 44,7%. Estas cifras representan un 10,2% del total de la población con discapacidad (1.774.800) y un 0,79% respecto del total de la población activa en España (22.693.300).
Para poder dar respuesta a la demanda laboral de las personas con discapacidad intelectual y asegurar que se produce una inclusión real y plena, la asociación española Achalay ha presentado el Proyecto Liceo, una iniciativa educativa que según Ramón Pinna, presidente de la misma, “es una apuesta por la vocación profesional de las personas con discapacidad intelectual una vez finaliza la educación obligatoria para así incrementar su empleabilidad”.
La Asociación Achalay denuncia que los jóvenes con discapacidad intelectual “están en una situación de exclusión educativa ya que tras acabar su escolaridad no tienen oportunidades formativas ni alternativas que respondan a sus intereses y motivaciones”. Esta realidad limita sus oportunidades futuras de acceder al mercado laboral ordinario lo que a su vez tiene enormes repercusiones en su inclusión social.
Según David Tanarro, coordinador del proyecto Liceo, “en Achalay creemos que este ciclo de exclusión se debe romper donde se inicia, es decir, generando oportunidades postobligatorias de calidad que les permita, como a cualquier joven de su edad, elegir qué quieren estudiar. Esta formación debe empoderarles para ser jóvenes más preparados para acceder a las diferentes opciones laborales que el mercado prevé”.
El Proyecto Liceo atenderá a personas con discapacidad intelectual integrándolas en una formación innovadora y centrada en la vocación profesional. A través de un programa cuya duración será de dos años, ampliarán el itinerario formativo y prelaboral con el objetivo de incrementar las posibilidades de que accedan al mercado laboral en diferentes ámbitos y sectores profesionales.
De esta manera, Achalay, entidad sin ánimo de lucro quiere dar respuesta a la demanda de familias que ven limitadas las opciones tanto formativas como laborales contemplando soluciones incompletas que no tienen en cuenta los intereses de las personas con discapacidad, simplemente responde a un planteamiento sesgado de la inclusión social y laboral.