- Avanzamos cuando la creencia firme en la igualdad de oportunidades y la ley se dan la mano
- La oferta de empleo público para 2017 aprobada este viernes en el Consejo de Ministros contiene un total de 178 plazas reservadas a personas con discapacidad intelectual, la mayor cifra ofrecida hasta el momento desde la existencia de esta sub-cuota específica.
La pasada semana, llamábamos vuestra atención por lo acontecido en un programa de radio en el que se ponía en evidencia la falta de criterio de la Junta de Andalucía, al aplicar el vigente Estatuto del Empleado Público, y reservar un 2% de las plazas publicas para personas con discapacidad intelectual.
Cabe pensar que quienes tenemos un hijo con discapacidad intelectual, percibamos las aristas de ésta realidad con una mayor intensidad y veamos como muy bueno lo positivo, y como ciertamente malo, lo negativo.
Por eso, restando un punto a esa pasión, nos limitamos hoy a ejercer de portavoces de una noticia que en sí misma es buena, y cuyo origen no es otro que el cumplimiento de la Ley, El Estatuto del Empleado Público, que obliga a reservar un 7% de las plazas convocadas en las Administraciones Públicas en favor de personas con discapacidad, y establece dentro de la general una sub-reserva del 2% para personas con discapacidad intelectual.
Que nuestras leyes amparen los derechos de las personas con discapacidad intelectual en la oferta pública de empleo, es el primer paso hacia la igualdad de oportunidades; el segundo y definitivo será que se cumpla la ley, y que se haga cumplir.
Y aun así quedará camino; el desempleo de las personas con discapacidad intelectual sigue siendo muy superior al desempleo medio de cualquier otro colectivo, o al que marca la media nacional.
Necesitamos con urgencia un sistema educativo gratuito y universal (hoy no existe) que contemple a las personas con discapacidad intelectual sin segregarlas, ni marcarlas; que ofrezca una oportunidad razonable a su desarrollo, y que las haga acreedoras por derecho propio y por capacidad, a uno de los puestos de reserva por los que hoy nos felicitamos.
El Programa Liceo de Achalay, que se inicia en el mes de Septiembre, quiere ofrecer nuevas oportunidades formativas de primer nivel a todos los jóvenes con discapacidad intelectual, tengan o no recursos sus familias, que habiendo finalizado su formación “oficial” en el colegio, sientan y quieran prepararse más y mejor para saltar al mundo del trabajo.
Así lo vemos los padres
“Hace ya algún tiempo y en algún lugar; y no sé ni dónde, ni exactamente cuándo, alguien tuvo la genial ocurrencia de pensar en que, gracias a las distintas manifestaciones por las que se encauza y evidencia la inteligencia del ser humano, todos los habitantes de este mundo nuestro, quedábamos llamados a alcanzar metas semejantes de autonomía, reconocimiento y realización personal.
Pasado el tiempo, otro alguien -tampoco sé muy bien quién- tuvo el coraje infinito de promover un movimiento social con la fuerza suficiente como para hacer real aquel anhelo teórico y rupturista.
Y cada día un paso al frente, y un nuevo impulso, y el relevo de una nueva generación, y el mantenimiento solidario de un compromiso colectivo… y cada día, otro paso…
Y así un buen día, en el seno ejecutivo de una comisión legislativa de esas de las que nadie oye hablar por aburridas; un pequeño grupo de esos representantes a los que cada cuatro años elegimos para Cortes, entendió la dimensión del viejo anhelo, y lo justificable de su articulación en ley.
Maduró los conceptos y elevó a pleno parlamentario un marco legal no discutido por indiscutible, y casi escondido por discreto, que cambió para siempre la posibilidad de cientos de miles de personas de ser, verdadera y legalmente, como los demás.
Felices, o infelices, pero como los demás. Trabajadores o vagos, pero con los demás; brillantes y discretos como lo somos todos en algún ámbito de nuestra vida.
Hoy tenemos motivos para estar contentos, para seguir confiando, para sentirnos orgullosos del país en el vivimos y en el que nos suceden todas las cosas que nos suceden; las buenas y las malas”.
Gracias por vuestro apoyo.
Desde Achalay estamos desarrollando LICEO, un proyecto formativo dirigido a personas con discapacidad intelectual, donde queremos dar respuesta a la demanda de estos jóvenes y de sus familias que ven limitadas las opciones formativas una vez finalizada la etapa escolar. Comenzamos en septiembre.
Aquí puedes consultar toda la información. ¡Apúntate ya!