Todavía hoy, cuando llega el Día del Padre, el mío insiste en que no quiere homenajes ni regalos, pues es un día que, según él, se inventaron unos grandes almacenes. Imagino que esto se debe a la forma de ser de mi padre, a quien nunca le ha gustado el consumismo compulsivo y, mucho menos, sentirse el centro de atención de ninguna fiesta ni evento.
Al parecer no anda desencaminado mi padre con la invención del día por parte de unos grandes almacenes en España…aunque en realidad la idea la tuvo una profesora, su difusión y visibilidad no escaparon de las garras comerciales de las antiguas Galerías Preciados. En cualquier caso, y muy lejos de los fines más materiales, a mí personalmente me gusta felicitarle, darle las gracias por estar ahí, por haber hecho posible que yo haya tenido oportunidades y por haberme enseñado tanto.
En nuestro Centro Achalay en Madrid, actualmente el 50% de las familias que atendemos, no tienen las responsabilidades familiares compartidas entre el padre y la madre. El 29% de las familias son monomarentales y en el 7% de las familias del Centro, es el padre quien se hace cargo de la mayor parte de las responsabilidades familiares.
Esta situación, que no es precisamente la ideal, se debe en gran parte a muchos elementos culturales y sociales, pero también vemos que otros elementos de los tiempos en que vivimos, como las oportunidades laborales, los horarios, las ayudas a las familias, etc.; no contribuyen a que las responsabilidades familiares sean realmente compartidas y dificultan que, tanto las madres como los padres, puedan disfrutar y elegir la manera de llevar su maternidad o paternidad.
Por eso, un día como este, y dejando a un lado la discusión sobre el consumismo y las diferencias de género, no queremos dejar de felicitar (sin regalito) a los padres que quieren estar presentes en la educación de sus hijos, que asumen responsabilidades familiares, y luchan ante las adversidades que se les presentan para sacar adelante a la familia, largos periodos de desempleo, dificultades económicas, problemas de salud, etc. Aprovechamos para animar, tanto a madres como padres, a educar a sus hijos e hijas en esta línea, para que cifras como las que os hemos contado, vayan llegando a un mayor equilibrio.