Deloitte es una consultora en la que, solo en las oficinas en España, trabajan unas 10.000 personas. En estos últimos años, han colaborado muy activamente con Achalay con diferentes iniciativas: desde un Casual friday solidario, a organizar un Escape Room donde participaron los alumnos y alumnas del proyecto Liceo, en Navidad contribuyeron con diferentes regalos para los niños y niñas del centro de San Blas, en el reparto de alimentos a comienzos de 2020 aportaron productos de higiene y vinieron al reparto varios voluntarios a colaborar, etc. Además, a raíz de la crisis que estamos viviendo como consecuencia del coronavirus, fueron una de las empresas que enseguida se pusieron en contacto con nosotros para ver de qué manera podían colaborar.
Por todo ello, hemos querido hablar con Marina Santos, del departamento de Financial Advisory y Lucía Jimenez, una de las coordinadoras del equipo de Acción Social en Deloitte España, para ver la importancia de la colaboración empresas-tercer sector.
“Deloitte somos muchos, y hay muchos compañeros y compañeras con ganas de ayudar, de echar una mano…” cuenta Lucía, que gestiona toda la acción social de la firma a través de un equipo llamado Solidarios Deloitte. Aparte, en las diferentes líneas de trabajo se han organizado creando subcomités donde se desarrollan iniciativas de carácter social, pero a menor escala. “Todas las empresas se van dando cuenta de que el hecho de ofrecer oportunidades a las personas con las que trabajas de enriquecerse además de ayudar en lo que puedas a las entidades sociales es un win-win clarísimo, las dos partes salen beneficiadas. Yo diría que las empresas, unas antes y otras más tarde ya lo tienen claro, no creo que haya ninguna que se lo cuestione”, insiste. Lo cierto es que cada vez más, se plantea desde los departamentos de Recursos Humanos de las empresas la colaboración en actividades de acción social, siendo uno de los factores mejor valorados por los empleados. Asimismo, en las encuestas de clima laboral, la plantilla suele valorar muy positivamente que su empresa colabore y se implique responsablemente con el medio ambiente y la sociedad donde trabaja.
Marina explica que desde su departamento, en el que trabajan unas 500 personas, existía un interés por apoyar iniciativas sociales, y que al final, consiguieron que su socio director les apoyara en la creación de un comité que canalizara esas inquietudes. Junto con Lucía y el equipo de Acción Social valoran y evalúan las propuestas que les llegan por diferentes vías y ven cómo darles forma. Aquí es donde entra en juego la creatividad, y es cuando buscan algún leiv motiv a la actividad, organizando desayunos solidarios, charlas multitudinarias y otro montón de actividades que con carácter solidario, aprovechan también para hacer equipo dentro de una entidad enorme. Marina insiste en que el feedback recibido de los trabajadores y trabajadoras que participan en estas iniciativas solidarias es muy positivo: “el ver el impacto que tiene lo que hacen es lo que más valoran”.
Cuando planteamos la relación entre las empresas y las entidades sociales, ambas coinciden en la importancia que tiene, más allá de una acción puntual. “El papel de las empresas es básico, como el de cualquiera que tenga ciertas dosis de responsabilidad. Las empresas son las que dan trabajo a las personas y tienen un papel protagonista, pero en la medida de sus posibilidades, que también hay muchas que se han visto afectadas con esta crisis –reitera Lucía– ¡Es la responsabilidad de no olvidarte que no trabajas solo pasa ganar dinero, sino que estás en una comunidad y que no puedes olvidarte de lo que pasa alrededor tuyo!” Marina insiste también en esta idea, “la empresa no es un ente, no existe si no están las personas que estamos dentro ¡y más en una empresa como la nuestra donde no hay procesos productivos! (…) A lo mejor no tenemos un impacto directo porque no hemos perdido nuestro trabajo ni estamos en una situación de vulnerabilidad como están muchas de las personas con las que trabajáis, pero al final esta es nuestra sociedad y a nadie le gusta ver a gente al lado que lo está pasando mal. La sociedad somos todos (…) si ves que el de al lado lo pasa mal, es tu familia, es tu sociedad, es tu gente, ¡no puedes mirar para otro lado!”